Hola, hoy
es 31 de agosto de 2015 y mas aun, es la hora de la siesta. La hora de la
siesta, aquí, en Murcia, es una forma informal de descansar, quebrar el
día, en un lugar fresco, después de
la comida de medio día. Y luego hay otra siesta mas liviana que se realiza
antes de la comida. La siesta es una actividad considerada
dentro de la dieta mediterránea. La dieta mediterránea no es solamente comer
sano, verdura, legumbres, fruta etc. es, además, una actitud. Los amigos,
los almuerzos, las partidas de dominó, platicar, criticar, lo de criticar y
reír es lo mas sano. La hora de la siesta es una hora misteriosa.
Sobre el
picudo, tema de todos conocida, nada de nada. No está, no se ve, no aparece.
Tengo un amigo que, como yo, sufríamos las pataletas del picudo. Él trata, o
trataba, las palmeras, como yo hacia al principio, todos los meses.
Dejé de preocuparme del picudo, vivo en paz y mis palmeras también. Hace
mucho que no trato a mis palmeras y siguen sanas y bonitas, algunas con
dátiles, como no podía ser de otra manera, con dátiles, el año
que toca.
Me gustaría poder contarles alguna historia interesante pero no
aparece por aquí a pesar de encontrarse en las palmeras de mi vecino, a
escasos 50 mt. de las mías. A veces pienso si el tratamiento que realicé con
pimienta de cayena hizo inmune a mis palmeras contra el picudo. Si, lo
entiendo, es fuerte, pero llevo mucho tiempo esperando y el picudo no aparece.
Si el picudo estuviera lejos lo entendería pero es que se encuentra aquí, a
escasos metros de mis palmeras.
Otra cosa
que valoro, en su justa medida, es que mis palmeras son mas bonitas y
jóvenes que las de mi vecino y no creo que entre los cientos de picudos que se
encuentran en las palmeras de mi vecino no exista ni un solo picudo con
dos dedos de frente para abandonar el lúgubre domicilio que tienen por otro mas
joven, luminoso y bonito.
Finalmente
quiero decirles que no se que haría para que los picudos se ‘fijaran’ en
mis palmeras para guerrear con ellos y poder
contarles ‘Crónicas de mis Picudos’.
Y así, con este trajín, hasta otro día.