Inmunidad contra el picudo.
Hola, hoy es 13 de diciembre y he
pensado que dado el tiempo transcurrido, más de un mes, de la poda de mis
palmeras, puede ser interesante, para algún amable lector, conocer lo ocurrido
en este tiempo y también las nuevas ideas que voy a poner en práctica.
He revisado todas las palmeras,
una vez a la semana, las seis semanas transcurridas, no tengo evidencia de
que alguna tenga picudos. Es decir, a pesar de haber producido múltiples
heridas en sus trocos, por la poda, y sin protección, los picudos, si han
transitado por aquí, no le han prestado atención. Han pasado ‘olímpicamente’ de
ellas.
Estas revisiones las voy a seguir
realizando ‘sine die’ y espero encontrar, en alguna de ellas, por fin, algún picudo. Las palmeras que consigan
ser contaminadas las voy a dejar sin tratamiento hasta el próximo año. Para algunas
personas esta decisión les parecerá un disparate, es lo que a simple vista
parece, pero no, no hay disparate. La palmera que se contamine ahora puede
estar un año sin tratamiento y sin ‘resentirse’ por alojar en su seno una prole
de picudos.
Las palmeras que vemos muertas
por el ataque del picudo son palmeras a las que sus responsables no les
prestaron atención nunca, o durante años,
y se fijaron en ellas cuando, por las señales que presentaban, ya es
encontraban en un estado muy avanzado de destrucción irreversible y ese fue su final. Luego los
comentarios; ‘ayer, o el pasado mes,
estaba bien y hoy está seca’, ‘el picudo no hay quien lo elimine’, el picudo es
una máquina destruyendo palmeras’, ‘cómo es posible que en un periodo tan corto
de tiempo haya acabado con esta hermosa palmera’?, etc.
Comienzo a sonreír al releer lo
hasta aquí escrito imaginando la cara y pensamientos de las personas que me lean. No,
no, no…… No voy a escribir lo que imagino.
Siguiendo con mí idea. Si llegado
el próximo verano no se encontrara ninguna palmera contaminada buscaré picudos vivos
por paseos, playas o jardines para contaminar a todas. Supongo que será
sencillo. Realizar una herida en la palmera y depositar allí al picudo que va a
vivir, con su futura prole, un año como huésped.
En el momento que decida, pasado
este periodo de tiempo, inyectaré en el troco de cada una ellas pimienta de
cayena diluida en agua, también puede ser cualquier otro producto que conozcan
por su eficacia, y morirán todos los picudos, se encuentren en la fase vital
que se encuentren.
El resultado final esperado, con
esta estrategia, es conseguir inmunizar a las palmeras contra el ataque del
picudo. Estoy convencido que el picudo no buscará nunca una palmera que haya
estado contaminada y los picudos muertos se encuentren dentro de ella.
Feliz Navidad!!!
Y así, con este trajín, hasta
otro día.
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