domingo, 25 de marzo de 2012

El picudo y su encerrona



Quiero, en  primer lugar, dar las gracias a cuantas personas han visitado mi blog estos últimos días, especialmente ayer.  He quedado  gratamente sorprendido.

A pesar de ser un sufridor  del picudo no conocía lo que se escondía detrás de este puñetero escarabajo. Esta mañana la he dedicado a leer lo que está circulando por internet y he quedado muy sorprendido por los procedimientos que se están aplicando en todos los Ayuntamientos para su erradicación.
De estas lecturas rescato algunas conclusiones.

Hay un sentimiento común de admiración  en relación a la palmera y eso si es bueno.
La cuestión es tan peliaguda que cada ayuntamiento, o una mayoría, ha desarrollado su particular táctica o procedimiento  para enfrentarse a él.

Las comunidades autónomas, en su mayoría, se retiran de esta lucha y dejan  a los Ayuntamientos en primera fila, pero sin recursos.
La UE ha negado las ayudas solicitadas para combatirlo.

El Ayuntamiento de Elche ha clausurado su ‘Estación Phoenix’ por muy costosa, 400,000€ año, sus  socios no quieren aportar las cantidades acordadas y necesarias para proseguir con sus experimentos. Y eso a pesar de tener a punto un producto que eliminaría definitivamente el picudo.

He leído, con satisfacción, que lo que ayer imaginaba referente a buscar un depredador para el picudo  ya existe y se está aplicando en algunos lugares. Esto sí es bueno y entiendo que este es un camino a seguir. Lástima que la vida de este depredador sea tan corta y obligue a realizar varios tratamientos  cada año.
También que han descubierto un nuevo escarabajo, más potente que el picudo, y se va a utilizar como arma contra él.

Después emplear toda la mañana en buscar y leer todo lo que he encontrado sobre el picudo  he quedado descorazonado.  Si hay cualquier cantidad de gente, muy preparada, tratando de encontrar  una solución al problema y este no aparece, cómo yo, sin conocimientos profundos sobre él,  voy a liquidar a este asqueroso bicho? Ayer, más ignorante que hoy, pensaba que el final del bicho estaba cerca utilizando mi particular arma, la cayena, pero hoy… 
La conclusión final, por hoy, es que si queremos  todos, y de verdad, acabar con el picudo porqué no apostamos todos por la mejor solución, la que se decida entre todos, en vez de utilizar infinidad de productos, cada Ayuntamiento el suyo.

Porqué no apostamos, se me ocurre, por ejemplo,  por mantener activa la ‘Estación Phoenix’ de Elche, que es la que, parece, por lo que he leído, trabaja y tiene próxima la  consecución del producto definitivo? Para conseguirlo se pueden buscar nuevos socios y si no se consiguen plantearnos donaciones, rifas, subscripción popular, o cualquier otro procedimiento, todo menos rendirnos, todo menos quedarnos con los brazos cruzados esperando que suene la flauta por algún lugar para sacarnos de la encerrona a la que el picudo nos tiene sometidos.

La falta de coordinación en este importante tema en el que, parece,  nadie quiere formar un frente común  inter-provincial  o nacional  para aunar fuerzas, opiniones, medios económicos, o lo que haga falta a un solo centro de investigación y que sea él el motor de la solución. En la actualidad cada Ayuntamiento tiene su particular ‘centro de investigación’. Nuestro Centro Superior de Investigaciones Científicas seguro  que estaría encantado de ayudarnos.

En este momento los productos que utilizamos están fabricados en laboratorios privados  y sus productos son eficaces temporalmente, es decir, tenemos que repetir el tratamiento varias veces al año y este dato visto así, a la ligera, parece que no es muy importante, pensando que hay que repetirlo  todos los años, eternamente, ya no es lo mismo.

De todas formas hay que ser optimista, pronto aparecerá la solución definitiva y hasta ese momento utilizaremos productos que ya existen y son eficaces contra el picudo aunque presenten el inconveniente de tener que aplicarlos varias veces al año. Estos procedimientos son caros, el tratamiento que apliqué en mis 15 palmeras me costó más de 600€ y parte del trabajo físico lo realicé yo y, además, en muchos casos, por la altura de las palmeras, difíciles de aplicar con eficacia por particulares.

Mientras encontramos la solución definitiva actuaremos como ya vienen haciendo algunos Ayuntamientos, aplicar el producto que se haya elegido, en los mismos días, en todas las palmeras de su demarcación y en las existentes en una zona de seguridad de 2 Km.

Para terminar, como  al final vamos a ser los particulares los responsables de la salud de nuestras palmeras una alternativa interesante, para facilitar la coordinación de todos los procedimientos que se piensen poner en práctica, es la creación de Asociaciones entre personas poseedora de palmeras  y simpatizantes de estas. Es una forma sencilla para que todos conozcan la situación del picudo, los métodos a emplear para su exterminación, su seguimiento y en definitiva ampliar el conocimiento y la cultura del picudo a los asociados y a la sociedad en su conjunto y además, facilitar  poder hacer todos ‘el mismo día’ los acuerdos que requieran este requisito. Esto, entiendo, es muy importante.
Y así, con este trajín, hasta otro día.

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