Hola, 10 de mayo. Resultado de la revisión de mis palmeras,
sin novedad.
Me encuentro meditando sobre la actuación que tengo previsto
realizar en breves días. En primer lugar quiero aclarar que la fecha de
realización no es, en contra de lo que se pueda pensar, muy importante. Es
simple, cuando trate a la palmera, sea en el momento que sea, la
posible infección que pudiera tener va a desaparecer y los picudos que pudieran
llegar después van a morir, seguro. Así que…
Imagino una palmera llena de picudos, unos más guapos, otros
más feos y todos puñeteros. Qué hacer? Voy a inyectar pimienta de cayena, una
cucharada pequeña, disuelta en 500 c/c. de agua en el tronco de cada una de ellas y no, no pienso
fumigar.
Porqué no fumigo si esto sería una forma de aumentar la
protección de la palmera? Creo que, si
el centro de operaciones del picudo es el corazón de la palmera y éste lo tengo
con cayena para que quiero fumigar si picudo que aparezca, elija la palmera que elija, siempre se va a encontrar con
el túnel de la muerte. Con este
comentario quiero dejar patente que una vez que tengamos a todas las palmeras
protegidas, los picudos que pudieran llegar tendríamos que recibirlos con un
cartelito de… bienvenidos.
No es difícil imaginar las ventajas de inyectar cayena que, lo tenemos en nuestra despensa,
no es veneno, es ecológico, es económico, cuida el medio ambiente y, además,
por mucho que pique, es bueno para las personas.
Lo más costoso, por los medios que hay que utilizar, especialmente
para tratar palmeras muy altas, es la
fumigación. Si, como en este caso, no preciso
fumigar, se simplifica, se economiza y se facilita la protección de la
palmera y el exterminio del picudo.
Y así, con este trajín, hasta otro día.
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