lunes, 31 de agosto de 2015

Este año no hay picudos



Hola, hoy es 31 de agosto de 2015 y mas aun, es la hora de la siesta. La hora de la siesta, aquí, en Murcia, es una forma informal de descansar, quebrar el día, en un lugar fresco, después de la comida de medio día. Y luego hay otra siesta mas liviana que se realiza antes de la comida. La siesta es una actividad  considerada dentro de la dieta mediterránea. La dieta mediterránea no es solamente comer sano, verdura, legumbres, fruta etc. es, además, una actitud. Los amigos, los almuerzos, las partidas de dominó, platicar, criticar, lo de criticar y reír es lo mas sano. La hora de la siesta es una hora misteriosa.

Sobre el picudo, tema de todos conocida, nada de nada. No está, no se ve, no aparece. Tengo un amigo que, como yo, sufríamos las pataletas del picudo. Él trata, o trataba, las palmeras, como  yo hacia al principio, todos los meses. Dejé de preocuparme del picudo, vivo en paz y mis palmeras también.  Hace mucho que no trato a mis palmeras y siguen sanas y bonitas, algunas con dátiles, como no podía ser de otra manera, con dátiles, el año que toca.

Me gustaría poder contarles alguna historia interesante pero no aparece por aquí a pesar de encontrarse en las palmeras de mi vecino, a escasos 50 mt. de las mías. A veces pienso si el tratamiento que realicé con pimienta de cayena hizo inmune a mis palmeras contra el picudo. Si, lo entiendo, es fuerte, pero llevo mucho tiempo esperando y el picudo no aparece. Si el picudo estuviera lejos lo entendería pero es que se encuentra aquí, a escasos metros de mis palmeras.

Otra cosa que valoro, en su justa medida, es que mis palmeras son mas bonitas y jóvenes que las de mi vecino y no creo que entre los cientos de picudos que se encuentran en las palmeras de mi vecino no exista ni un solo  picudo con dos dedos de frente para abandonar el lúgubre domicilio que tienen por otro mas joven, luminoso y bonito.

Finalmente quiero decirles que no se que haría para que los picudos se ‘fijaran’ en mis  palmeras para  guerrear con ellos y poder contarles ‘Crónicas de mis Picudos’.

Y así, con este trajín, hasta otro día.

martes, 28 de julio de 2015

Salvemos las palmeras



Por favor, salvemos las palmeras.
Hoy es 17 de febrero y, la prensa de hoy, en distintos puntos de España, da cuenta de los estragos que, sin descanso ni pausa, está produciendo el picudo rojo en las palmeras y, además, señala con razón, que la falta de interés y el desorden reinante  por parte de las Autoridades responsables de su control, hacen que el picudo se desarrolle ‘a sus anchas’.

La prensa de Orihuela publica un artículo titulado ‘El picudo invade el Palmeral’ que me permito copiar el primer párrafo. Lo hago con la sana intención de que puedan opinar Vds., aunque, en este caso, sea ‘en silencio y para sus adentros’.
“En un paseo por el Palmeral, el segundo más importante de Europa y declarado Bien de Interés Cultural, se puede comprobar como muchas de sus palmeras se marchitan poco a poco y esta situación solo responde a una razón: que están parasitadas por el picudo rojo.

Este insecto campa a sus anchas por este enclave natural y no para de reproducirse alimentándose de las palmeras a las que accede por la balona o cabeza, las raíces aéreas «y hasta por el tronco», critica Emeterio Navarro, un vecino de San Antón, experto en este enclave y ex asesor del Ayuntamiento de Orihuela. Son muchas las plantas que han perdido su fuerza y cuyas ramas ya se desprenden fácilmente de la planta porque en su interior se están criando las larvas del picudo rojo «que se van comiendo hasta que acaba con ésta, porque la palmera es su principal alimento»”.
Es  desesperante, cuando menos, el desmadre que se ha montado en algunos Ayuntamientos con el tema del picudo rojo que, salvo un milagro, nos va a dejar sin palmeras. Es claro que si desaparecen las palmeras nadie va a morir. Simplemente, cambiaria nuestro horizonte, nuestro paisaje y poco más. Lo mismo ocurriría si se quemara el Museo Miguel Hernández de Orihuela, la catedral de Santiago de Compostela, la catedral de Murcia o las Pirámides de Egipto, si es que se pueden quemar, pongo por caso. Eso ocurrió con el incendio que destruyó la Biblioteca de Alejandría. Nadie murió a pesar de la irreparable pérdida que supuso para la humanidad.

Orihuela nació, como tantos pueblos de nuestra tierra, a la sombra de milenarias palmeras que, ahora, han sido declaradas Bien de Interés Cultural. La palmera forma parte, desde hace siglos, de nuestro entorno. Hasta donde alcanzan mis recuerdos la palmera ha marcado mi horizonte. Su majestuoso perfil siempre estuvo presente en él.
Forma parte de nuestro patrimonio y tenemos la obligación moral de mantenerla ente nosotros. Ella solo se dedicó a desarrollar  belleza para sorprender y pensando que sería suficiente para estar siempre en este mundo y no se le ocurrió desarrollar armas con las que defenderse de picudos. Se veía tan bella que, pensó, nadie, ni nada, se atrevería a perturbar mi vida ni mi belleza.

En otros lugares tienen, monumentos o vestigios de otras civilizaciones, catedrales, pirámides etc., y las Autoridades correspondientes tienen establecido unos protocolos de actuación para cada situación anormal que pueda presentarse y se hace de la forma más natural y, además, todo el mundo entiende que tienen que ser así.
Termino con el primer párrafo de otra noticia publicada en el Diario de Huelva.

Aseguran que la "dejadez" del Ayuntamiento a la hora de aplicar el protocolo contra la plaga puede conllevar sanciones por "incumplimiento de la normativa". La plaga ya ha arrasado otros municipios como Huelva o Ayamonte”.

Si siente simpatía por las palmeras aquí tienen un tema interesante.
Y así, con este trajín, hasta otro día.

El picudo de este año


Hola, hoy es 17  de octubre. Ya ha llovido, nunca mejor dicho, desde mi último post, 20 de abril de 2014, recuerdan, no?

Lo ocurrido, durante este tiempo, ha sido muy diferente a lo que había previsto. La previsión era que las palmeras que se contaminaran con picudos no serían tratadas hasta agosto y, de hecho, una de ellas se contaminó mientras las restantes  se han mantenido sanas.

La curiosidad que puedo rescatar de este periodo  es que la palmera contaminada, por la razón que sea, dejó de estarlo, ignoro si los picudos murieron, es lo más probable, o, por el contrario, abandonaron la palmera.
Cuando el 20 de abril escribía mi último post imaginaba, con enorme entusiasmo,  que este post, el de hoy, cuando lo publicara, estaría plagado de nuevas ideas y experiencias. Siento que no haya podido así, el picudo, con su comportamiento, no lo ha permitido.

Durante este tiempo he visto sólo a dos picudos. El primero a mediados de agosto, con vuelo torpón e inseguro, se me acercó tanto que, con un manotazo le obligué a realizar un aterrizaje de emergencia y allí terminó su vida. El segundo, a final de septiembre. Este lo encontré muerto a cuatro metros de la palmera más cercana.

En mis contactos vecinales y con poseedores de palmeras me han comentado que, en general, este año, ‘el tráfico’ de picudos ha sido muy baja y esto si es importante si somos nosotros la causa.

Otra curiosidad, y susto, es que en agosto descubro que en la base de una de las palmeras había una ‘escombrera’ de materia orgánica de la palmera. Ésta ya habían sido castigada, el año pasado, con el asedio del picudo. Pueden imaginar. Me transformé en ‘laboratorio humano’ y en décimas de segundo los ojos y las fosas nasales se agrandaron de forma exagerada, eché la rodilla a tierra y……descubro que la materia orgánica que había en el suelo había sido depositada por una legión de hormigas que habían decidido usar, como hogar seguro, una galería que habían  realizado los picudos el pasado, o años, anteriores.

En los próximos días, como hice el pasado año, sin esperar días fríos, voy    podar las palmeras. Este año de forma memos severa que el pasado. La poda del pasado año me ha permitido, en éste, desarrollar, plena y uniformemente,  el césped.

Y ahora que me había provisto de una colección de ‘fonendoscopios’ para poder ‘escuchar’ hasta el último ‘hálito’ de vida de los moradores de las palmeras  éstos, los picudos, me dejan ‘en el paro’. Nunca se puede estar seguro. La cosa, aparentemente más insignificante, te hace cambiar tus planes. A pesar de todo estoy feliz y me pregunto, no estaremos en la antesala del final del picudo?

Finalmente comentar que me ha llegado información que asegura que se ha disparado la venta de pimienta de cayena. Esto me hace feliz. Los amigos que me leen, que nunca pude imaginar tantos, me creen, usan la cayena y protegen, de forma segura, sencilla y económica, a sus palmeras.

Y así, con este trajín, hasta otro día.

El picudo la palmera y yo


El picudo la palmera y yo

Hola,  hoy es miércoles 5 de noviembre de 2014.  Hoy quiero contarles lo acontecido en estos últimos días con relación a las palmeras,  al picudo, y a mí, que también formo parte en la tarea de mantener las palmeras sanas y aseadas.

En primer lugar,…  ayer preparé un nuevo post que se negó a ser publicado. No sé qué demonios hice cuando lo estaba publicando, misteriosamente se borró, debido, seguro, a una mala operación. El que estoy preparando ahora será en sustitución de aquel y, como ocurre siempre,  sólo se parecerá en lo esencial.  Si, ya sé que esto, lo que acabo de escribir, no tienen nada que ver con el picudo, ni las palmeras, tiene que ver conmigo, que también tengo derecho a mis desahogos, o no?

El día 21 de octubre, con una temperatura de 31 grados lo elegí como ideal para comenzar a podar las palmeras en contra de lo recomendado de hacerlo en un frio día de invierno. Con esta actitud  quiero ‘tensar’ la relación del picudo con mis palmeras. Con el tiempo que llevo tratando el picudo he llegado a la conclusión, muy razonada, que cuando le pierdes el miedo  descubres que es un ‘cobardica’. Representa, para mí, una activada más de la huerta, es decir, una tarea más, además de regar, abonar, sembrar, sulfatar, recolectar, cosechar o podar. Soy huertano, un  privilegio!!

Durante este año, las palmeras, siguiendo su ciclo vital, han crecido mucho. Yo, por la misma razón, siguiendo el mío, he decrecido, soy menos alto. El resultado es que para poder podar las palmeras he tenido que utilizar una escalera. La escalera y la utilización de herramientas como corbillón, motosierra, serrucho, tijeras de poda de gran tamaño, etc., no son compatibles con la escalera a pesar de encontrarme ‘cómodamente’ instalado sobre ella.

A mediodía, con siete palmeras podadas, me encontraba destruido y muy dolorido. La mano izquierda inflamada a causa de un profundo pinchazo, y con múltiples pequeñas heridas. Para información  general…. los pinchazos de las palmeras son muy dolorosos durante mucho tiempo.

Desde la publicación de mi último post he meditado sobre los resultados obtenidos y el comportamiento del picudo durante este pasado verano. Recuerdo, y espero que Vds. también, lo comentado en uno de mis post sobre la palmera de ‘los cuatro picudos muertos’. Esta es una palmera que después de mucho tiempo de haber sido tratada con pimienta de cayena encontré cuatro picudos muertos en el suelo.  A principios de verano descubro que en una palmera, los picudos, han hecho una entrada y en ella he visto picudos que ahora han desaparecido. En mi último post doy cuenta de que este verano sólo he visto dos picudos, uno lo maté de un ‘manotazo’ y otro lo encontré muerto. La pregunta que me hago, todavía sin respuesta, los picudos encontrados muertos murieron por muerte natural o fue a causa de los tratamientos que se habían  hecho a las palmeras con anterioridad a pesar del tiempo transcurrido?

Con el paso del tiempo ‘navegando’ en contra de los picudos encuentras soluciones que al principio no podías ni imaginar Al principio todo lo ves negro, no ves las palmeras, sólo picudos. Es lo que me ocurrió a mí, me quedo sin palmeras, pensaba.

Ahora vivo tranquilo y sosegado aunque vea picudos. He llegado a la conclusión de que lo más importante, más que el tratamiento, que también, es descubrir lo antes posible su presencia.  Los picudos para destruir una palmera hacen ruido, mucho ruido, y durante mucho tiempo, y así será hasta que descubran como roer palmera con ‘sordina’ para hacerlo en silencio. Hasta que la Naturaleza los dote de esta facilidad, que supongo muy lejana, es cuestión de estar atentos.

Empecé apoyando la oreja al troco de las palmeras, ahora dispongo de un fonendoscopio, a modo de oreja gigante, y con él es fácil descubrirlos, incluso en la zona donde se encuentran. Si Inyectas pimienta de cayena en esta zona su muerte es fulminante.

Como los picudos no están permanentemente ‘royendo’ es fácil que pasen, en una primera pasada, el control de ‘la oreja gigante’ pero en alguna de las siguientes se descubre.  Cuando descubra la existencia de picudos no se alarme, dispone de mucho, muchísimo, tiempo para combatirlos y de infinidad de productos para hacerlo, además de la pimienta de cayena.

Y así, con este trajín, hasta otro día.

domingo, 29 de marzo de 2015

Los picudos de este año 2


 
Hola, hoy es 29 de marzo y hoy quiero confesarme ante Vds., es sencillo y necesario. En post anteriores decía que iba a tratar mis palmeras con pimienta de cayena, no contra el picudo, que ya me gustaría, sino contra hongos y otra serie de plagas. Lo que ha ocurrido es que tras someter a mis palmeras a un profundo chequeo llegué a la conclusión de que no era necesario. Mis palmeras estaban sanas y sanas continúan.

Quiero aclara que aunque, como ahora, he estado aparentemente ausente de mi blog, nada mas lejano de ello. Lo que ocurre es que sólo escribo y publico cuando tengo información, sólo de mis palmeras, que creo interesante. No obstante sigo el día a día  de las informaciones que se publican en la prensa que, por si les interesa, les cuento un par de cosas para que opinen, que también es bueno. Resulta que ‘en algún sitio’ tienen programado el adiestramiento de perros para que detecten las palmeras que, en su interior, tienen picudos. En ‘otro lugar’ creen que un pájaro, no recuerdo el nombre, eliminaría parte de los picudos, sólo a los que, después de terminar con una palmera, se trasladan a otra.

Como soy muy respetuoso con estas cosas y entiendo que todo el mundo tiene derecho, como yo,  a pensar y aportar soluciones al problema, sólo me sonrío. Ya les he contado en anteriores post lo fácil que es detectar los picudos que se encuentran dentro de las palmeras, o que palmeras soportan el castigo del picudo. Recuerdan lo que les contaba del fonendoscopio, a modo de oído, u oreja, gigante?
Pero siguiendo con lo mío, para mi es desesperante. Nunca imaginé lo que me está sucediendo. Lo he dicho en varios de mis post, y lo repito ahora, sin picudos no soy nadie. Esta calma me desespera, los necesito para mantener activa mi guerra contra ellos. Creía, como he dicho en algún post, que los picudos eran unos cobardicas y que no aparecían por aquí por miedo a la pimienta de cayena pero nada mas lejos de la realidad. La realidad es que todo el ‘parque de picudos activos’ de la zona se encuentran concentrados en las palmeras de mi vecino. Recordarán que mi último post les daba información sobre una palmera, de mi vecino, destruida por el picudo rojo. Hoy he descubierto otra igualmente destruida. Mi vecino tiene  seis palmeras, dos están destruidas y hay una tercera que, por la pinta que tiene, va a entregar su alma próximamente.

Tengo claro que mientras mi vecino tenga palmeras ‘potables’ para el picudo, las mías no van a ser molestadas, porque…., qué pinta un picudo solitario en mis palmeras si la fiesta, el lio, el ruido, se encuentra en otro lugar. Yo lo entiendo así. Que nadie piense que los picudos son solitarios y aburridos. Son trabajadores, sociables, participativos y, de forma natural, mantienen fuertes lazos de amistad con sus convecinos. Se sienten mas seguros y felices viviendo en comunidad. Ellos saben que su vida es muy corta y que es una estupidez vivir de pelotera en pelotera o de pelotera permanente. Creo que, al final, el picudo nos va a enseñar un envidiable modelo de vida digno de copiar. La naturaleza los ha dotado de las capacidades necesarias y les ha encargado una única función que cumplen a raja tabla, reproduciros.

Y así, con este trajín, hasta otro día.

martes, 30 de diciembre de 2014

El picudo, las palmeras y el otoño

En primer plano mis palmeras y a la derecha, al fondo, las de mi vecino. La de la izquierda ha sido destruida por el picudo

 
El picudo, las palmeras y el otoño.

Hola, hoy es 8 de noviembre. Y hoy voy a contar cosas imaginando que Vd. se encuentra frente a mí.
En unos días voy a fumigar las palmeras con pimienta de cayena. No, no es que el picudo haya aparecido, que ya me gustaría. En esta época, con días cada vez más fríos, el picudo no los considera de interés, ni apropiados, para buscar nueva residencia, por eso sus vuelos, además de torpones e inseguros, son escasos y la fumigación, en esta época, no es muy efectiva pensada para combatirlo.

Con la fumigación que voy a realizar ahora trato de protegerlas contra insectos, ácaros, hongos, bacterias, etc., La pimienta de cayena es especialmente especial para ello. Su eficacia es total.
Quiero aclarar que donde digo fumigación, en realidad, quiero decir ducha. Mi ‘equipo’ de fumigar está compuesto de un depósito, de poliéster, de 500 litros, un motor eléctrico, sumergible, de 500 W, una manguera de longitud apropiada para alcanzar todas las palmeras y como pulverizador utilizo un aspersor de riego del césped. Este equipo es suficiente para llegar a todas las palmas, incluidas las que miran al cielo, ‘empapar’ el ojo y todo el tronco y todo en un ‘periquete’. (Modernamente ‘periquete’ ha sido sustituido por ‘plis-plas’.)

De todas formas no hay que descuidar la vigilancia para que el picudo no nos sorprenda. Seguiremos con la tarea de ‘escuchar’ a las palmeras mediante el fonendoscopio u ‘oreja gigante’. Nuestro éxito, y el fracaso del picudo, es descubrirlo tempranamente. Dispondremos de mucho tiempo para combatirlo.

Cuando escribo estos sencillos post siempre lo hago pensando en personas  sencillas, particulares, que tienen la suerte de ser propietarios de unas pocas palmeras y la desgracia de no saber cómo combatir al picudo que está terminando con ellas. Por otra parte, nunca pienso   en estamentos oficiales, ellos sólo utilizan productos sintéticos nacidos en un laboratorio. Y no importa lo que ocurra, incluso, si no se muere el picudo y si las palmeras.

La prensa diaria, en toda España, da cuenta de los estragos que causa el picudo y también de las ‘peloteras’ que se organizan en los Ayuntamientos entre los partidos en el poder, que seguro, no han visto un picudo en su vida y los partidos de la oposición que tampoco saben si el picudo tiene pico. Si no es así no lo entiendo. Lo lamentable es que mientras se encuentran enzarzados en estas estúpidas peloteras el picudo, sin pausa ni descanso, sigue prosperando y matando palmeras. Una verdadera pena.
Ayer leí un artículo publicado en la prensa de Mallorca y me afectó tanto que estuve pensando en ir a colaborar defendiendo las palmeras. Repito, una verdadera pena.

Ignoro cómo y con que producto tratan a las palmeras pero lo que no se puede hacer es lo que imagino. Si tratamos a una palmera y la dejamos a su suerte sin más control que el de esperar a ver ‘qué ocurre’ confiando en la eficacia del producto estamos haciendo un favor al picudo. A las palmeras tratadas hay que seguir ‘escuchándolas’ hasta que queden en ‘silencio’ durante muchos días. Si una palmera se encuentra en silencio es porque, seguro, nadie, ni nada, la está destruyendo. Escuchémosla, por favor.
Como ya he comentado en alguna ocasión si nos quedamos sin palmeras no va a ocurrir nada, simplemente, nos quedamos sin palmeras.

Y así, con este trajín, hasta otro día.

domingo, 28 de diciembre de 2014

Las palmeras y el picudo



Las palmeras y el picudo

Hola, hoy es 13 de noviembre. Hoy quiero tratar sobre el aspecto de desidia, y abandono,  que presentan la mayoría de palmeras que son destruidas por el picudo.

Busquen en la Red, y vean, fotos y videos de palmeras destruidas por el picudo y podrán comprobar la veracidad de mí afirmación. En una gran mayoría se trata de palmeras que durante años nadie se preocupó de ellas. Carecen de aseo. Nadie podó, abonó ni regó. Son palmeras  que han estado abandonadas durante mucho tiempo.

Pero qué ocurre cuando aparecen con al ‘ojo’ amarillo?  Los comentarios más habituales son…..hace una semana estaba sana y…. ahora… cómo es posible que en tan  corto periodo de tiempo el picudo haya podido terminar con este espectacular ejemplar? Como puede ser tan destructor un bicho tan pequeño? Haciendo referencia al bonito y vistoso escarabajo que, además, no destruye la palmera. Quien la destruye son sus descendientes.

No se deje influenciar por este espectáculo y piense que el picudo, por muchos que sean, son tan pequeños y su periodo vital tan corto que necesitan mucho tiempo y varias generaciones para terminar con la vida de una palmera. Tenga en cuenta, y esto es posible que sea la primera vez que le lee, que al final de la  metamorfosis aparece el picudo, el escarabajo, el que vemos, que no come ni destruye la palmera, sólo pone huevos y muere. Se necesitan muchas generaciones y muchos picudos para conseguirlo.


Voy a tratar de explicar, hasta donde pueda, como es la vida de un picudo hembra. Este personaje, pone huevos y muere, pero cuando muere? Al día siguiente de poner los huevos, a los quince días, al mes o a los dos meses? Su tiempo de vida es variable y depende, exclusivamente, de la temperatura.

 Así, tenemos que, para una temperatura de 20º la hembra vive 200 días, a 25º 151 días, a 30º 75 días, a 35º 75 días. Esta información ha sido publicada por la CAR Murcia, mi comunidad, de donde la copio.

Ciclo biológico. Los huevos tardan en eclosionar de 3 a 5 días, las larvas de 40 a 60 días y la pupa 20-25 días. Pueden imaginar la influencia de la temperatura en su ciclo vital y también lo importante de realizar tratamientos de invierno. En invierno hay, tenemos, que inyectar en el tranco, pimienta de cayena u otro producto de reconocida eficacia.

Cuando eclosionan los huevos, después de 4 o 5  días de su puesta, los pequeños picudos  empiezan a comer palmera y siguen así un máximo de 65 días, dependiendo de la temperatura, hasta que finalmente construyen su rústico capullo con fibra de la palmera. En el interior del capullo se producen una serie de transformaciones, metamorfosis, y finalmente parece el bello y alado picudo. Este individuo, si es hembra, es inmediatamente fecundado. Si calcula, no sé cómo lo hacen, que la palmera tiene reserva alimenticia para la nueva generación, deposita los huevos en ella. Si no es así, si no tiene seguridad con la reserva de alimentos, la abandona y busca otra para depositar los huevos. Como verá la facilidad de volar, también camina, sólo sirve para encontrar una nueva palmera. La naturaleza no necesitó dotarlo de muchas habilidades para volar. Vuela torpe, inseguro  y rústicamente.

De acuerdo con lo anterior, cada nueva generación de picudos pasa, poco mas de un mes, casi todo el tiempo, ‘royendo’ la palmera. Desde que eclosionan los huevos hasta que construye el capullo. Es muy fácil y tenemos mucho tiempo para descubrirlos. Hay que poner empeño y atención.

El éxito para exterminarlos es descubrirlos lo antes posible. Fíjese de la importancia de su descubrimiento temprano. Imagine que a nuestra palmera, todavía sin picudos, cuando entra el primero deposita 200-300 huevos. Siga imaginando que la mitad de los huevos no prosperan debido a la temperatura, u otra variable, y aun así tendremos 100 huevos que eclosionarán de los cuales 50 son hembras, sólo es un ejemplo. Después de todo el ciclo biológico tendremos 50 bellas, y bonitas, picudas aladas que depositaran otra nueva puesta de huevos. Nueva generación que repite el mismo ciclo.  Siga Vd. calculando.

Tenemos que ‘escuchar’ a las palmeras porque ellas, aunque Vd. no lo crea, saben que su vida depende de nosotros. Bueno seria, también, que dejáramos de estúpidas discusiones y trifulcas, especialmente en estamentos públicos, cojamos el tema con seriedad y actuemos con responsabilidad. Nos estamos jugando las palmeras.

Y así, con este trajín, hasta otro día.