Quiero desdecirme. Lo que decía en mi anterior post
referente a la poda de mis palmeras, en estos días, no se va a cumplir. Aunque
cuando comenzó el día lo tenía muy claro, lo deseaba, deseaba desafiar al
picudo y con las herramientas necesarias
a pie de la palmera, comencé a dar vueltas al tema y me tranquilicé,
cambié de opinión y en su lugar podé 4, las más pequeñas, de las siete palmeras
wachingtonia robusta
que poseo. Presentaban un aspecto deplorable, palmas secas, viejas y caídas o colgando, etc.
A lo que iba.A partir de ahora, con las palmeras protegidas, puedeis venir, picudos. No es preocupante que pudiera llegar alguna picuda y depositara huevos en cualquier lugar. A los pocos días aparecerían las larvas y morirían sin pena ni gloria. Que la picuda tiene el coraje de entrar a la palmera pues….qué bien, va a morir dentro, en la intimidad. Que se asusta y pone todos los huevos ‘de golpe’ pues estupendo, en unos días eclosionarán, se volverán larvas y morirán.
Los picudos que en este momento se encuentren en el interior
de las palmeras, en cualquier fase de su ciclo vital quedarían como sigue: los
adultos y las larvas morirán a lo largo del día de hoy. Los huevos sin eclosionar
son los que son y no habrá más, los picudos adultos que existian han muerto. Los
picudos que se encuentren en tránsito de metamorfosis, mientras la palmera se encuentre protegida,
irán naciendo y muriendo. No les daría tiempo para aparearse y sus huevos, de
ponerlos en este periodo de tiempo tan corto, no serian fértiles. Pero es que,
si lo fueran, a los pocos días se transforman en larvas y morirán.
Como pueden imaginar una vez que hemos inyectado cayena, u otro producto, la palmera no sufre nuevas agresiones y solo hay que esperar a que se cumpla el ciclo vital del picudo para que quede exenta de plaga.
Como hoy es 19 de mayo, el 19 de junio voy a repetir el
mismo tratamiento. Si después veo picudos, que supondré de importación, rondando
a mis palmeras, repetiré, nuevamente, el tratamiento.
En el próximo post trataré de contaros, con información
gráfica, como hice fácil la tarea de inyectar a las palmeras de forma segura, especialmente para
particulares. Creo que todo lo que se haga a favor de la desaparición del
picudo tienen que ver mucho con lo que hagamos los particulares. Por eso es que,
el que tenga una idea que se pueda utilizar para este fin, tiene la obligación
moral de publicarlo o decirlo a sus vecinos, por lo menos.
En mi caso, que dedico algunas horas a llamar la atención a
quien me quiera leer, sobre cómo tratar la plaga del picudo utilizando pimienta
de cayena de forma sencilla, económica y no contaminante, lo hago, como no podía
ser de otra manera, en defensa de las
palmeras y no buscado ningún reconocimiento ni beneficio económico.
Y así, con este
trajín, hasta otro día.
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