Vamos a ver, fumigar, salvo que
sea con cayena, es contaminar el medio ambiente.
Imaginemos palmeras de gran porte en la cuidad. Si realizamos pulverizaciones también lo hacemos a la población, es decir,
estamos envenenando, contaminando el medio.
Si fumigamos sólo morirán los
picudos que lleguen a la palmera. Los que se encuentren dentro seguirán vivos hasta
completar el ciclo vital varias generaciones, es decir, la destruirán.
Hasta ahora no hay forma de saber
cuando tenemos picudos dentro de cualquier palmera. Cuando nos enteramos, por
los signos externos que manifiesta, se
encuentra en estado de calamidad.
He estado trabajando en el
desarrollo de un sencillo artilugio electrónico que pretendía cumplir con la necesidad presente de saber
cuándo una palmera comenzaba a tener picudos. Entiendo que es muy importante
conocer este dato porque facilitaría conocer que palmeras tratar y en qué
momento. No es lo mismo tratar a una palmera al comienzo de la infección que
cuando se encuentre en estado muy
avanzado.
Esta idea, a la que he
estado dando vueltas durante algún tiempo, la he abandonado después de meditar cómo tendríamos que
enfrentarnos al picudo.
La dificultad de conocer cuando
una palmera se encuentra habitada por picudos es el origen de la idea. Tenemos
que poner a todas las palmeras en el punto ‘0’. Tenemos que inyectar, y no
fumigar, a todas las palmera en un periodo corto de tiempo. Esta difícil tarea es
la base del éxito.
En la actualidad, los Ayuntamientos piden a sus ciudadanos
que vigilen, que miren, que observen
etc., a sus palmeras….. así no
llegaremos a ninguna solución. Hay que inyectar a todas las
palmeras las veces que sean necesarias.
Tenemos que desarrollar los
trabajos de control por delante de la plaga y no como ahora que lo hacemos por
detrás.
Cuando inyectamos cayena, u otro
producto, a la palmera, en su interior se darán, en el peor de los casos, los
cuatro estados del ciclo vital del picudo, huevos, larvas, pupas y adultos. Las larvas y los adultos morirán. Nos quedaran
los huevos pendientes de eclosionar y las pupas. Estos, en las dos situaciones,
hasta completar el ciclo, vivirán en la
palmera sin causar ningún daño. Cuando completen el ciclo morirán. La eclosión
se produce en un tiempo de 2 a 4 días. Las larvas necesitan de 1 a 3 meses para
completarlo, dependiendo de la temperatura. Las pupas, tienen una fase de
desarrollo de 15-30 días, finalizado éste aparece el adulto.
De acuerdo con lo anterior, inmediatamente
después de inyectar a la palmera mueren los adultos y las larvas. En los cuatro
días siguientes eclosionan todos los huevos y aparecen nuevas larvas que
también mueren. Nos quedarían únicamente las pupas que finalizarían su
desarrollo en los próximos 15-30 días y los picudos, ya adultos, con la palmera
todavía protegida, también morirían.
Si somos capaces de mantener
protegida a la palmera durante 45 días, para el peor de los casos, quedaría
limpia de picudos. Y esta situación se daría en todas, si las hemos tratado.
Y así, con este trajín, hasta
otro día.
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