jueves, 24 de enero de 2013

El picudo, las palmeras y su poda



El picudo, las palmeras y su poda.

Hola, hoy es  24 de enero, día de fuertes vientos y muy desapacible. La  temperatura ha subido hasta los 19º en el centro del día.

Este año que empieza es, o me parece, un poco ‘rarillo’ por la cantidad de lluvias, vientos, nieves y un rosario interminable de  fenómenos naturales que nos está ofreciendo.

Ejemplo de ello, para los que vivimos en plena naturaleza, es la cantidad de hierbas, especies, que han aparecido después de muchos años  que no se veían y, muy especialmente, las  malvas. Éstas han nacido, crecido y desarrollado de forma espectacular en estos últimos meses.

Pero bueno, a lo que iba.

Parece, por lo que leo por ahí, que todavía hay mucha gente que ‘tirita’ con solo pensar en la imposibilidad de vencer  el avance del picudo rojo. Algunos recomiendan no podar las palmeras porque, según ellos, las heridas que le causamos  al podarla, cortando sus palmas,  facilitan la entrada de los picudos y no les falta razón. Efectivamente,  la palmera se queda desprotegida y  a merced de las bacterias existentes en el ambiente y también, como no podía ser de otra manera, del picudo que pueden imaginar ‘babeando’ de felicidad cuando hasta su fino olfato llega el aroma de un cuerpo de palmera.

A las palmeras les ocurre lo mismo que a nosotros cuando nos hacemos una herida, quedamos a merced de las bacterias existentes en el ambiente. La diferencia es que nosotros, somos nosotros, y nos ponemos betadina  para evitar ser infectado por cualquier bacteria. Se imagina que no pudiéramos sufrir  heridas en verano?

Y a la palmera? Cómo es que le producimos heridas y no la protegemos sabiendo la cantidad de gérmenes, bacterias y bichos, picudos, que pueden existir a su alrededor?

Las recomendaciones que he leído ‘por ahí’ es que no las podemos nunca. No quiero pensar en el espectáculo de palmeras sin podar durante años, y si lo hacemos, dicen, que sea en un crudo día de invierno. Yo también lo pensaba y he estado sin podar mis palmeras durante tres años y hablo con conocimiento de causa. Verlas con las palmas apuntando a la tierra en vez del cielo es un feo espectáculo.

Mi experiencia como moderador entre las ‘refriegas’ del picudo y mis palmeras es la siguiente: en verano, a conciencia y jugándome una palmera, la podé. Tenía que conocer si a la palmera, una vez podada y fumigada con pimienta de cayena era ‘asediada’ por los picudos. El resultado fue que no apareció ningún picudo por ella durante todo el verano. Cuando terminó el verano podé nueve palmeras y las sometí al mismo tratamiento y tampoco fueron ‘atacadas’. Recientemente, en el mes de noviembre, podé el resto y, hasta este momento, no ha ocurrido nada que tenga que ver con el ataque del picudo.

Los picudos se ‘acongojan’ cuando huelen la pimienta de cayena. Supongo, porque lo siento así, que a mucha gente esto no le convence, y  lo entiendo, porque parece increíble, como un pimiento por muy pimiento que se crea, o sea, va a ser un arma infalible contra un bicho tan dañino e inmanejable. Pues créalo,  donde hay pimienta de cayena no hay patógenos, ni moscas, ni mosquitos, ni avispas, ni abejas, ni picudos, ni abejorros. Es más, si alguna vez se hace una herida y ésta se encuentra muy sucia con tierra, grasa, etc., póngase pimienta de cayena y olvídese de la infección.

Y si a Vd. se le ocurriera tomar, como desayuno, una tostada, con aceite de oliva, sal y un ‘sembrado’ de pimienta de cayena no puede imaginar los cambios que experimentaría. Todo vuelve a funcionar, sí, también.

Para que nadie se lie, no soy productor de pimientos de cayena, no vendo ni compro cayena y tampoco me dedico al tratamiento de palmeras, sólo las mías. Todo lo que hago es disfrutar venciendo al picudo, que siempre lo he conseguido, escribir estos post de forma sencilla y amigable, que también me divierten, y todo por la ‘llamémosle simpatía’ que este  árbol, por su belleza, ha despertado en mí.

Por si es de su interés, toda esta información se encuentra  contenida en los más de cuarenta post publicados en http://www.picudorojo.co.
http://www.twitter.com/mullaollao.   http://www.facebook.com/mu.llaollao

Y así, con este trajín, hasta otro día.

sábado, 19 de enero de 2013

El picudo y el invierno



El picudo y el invierno

Hola, hoy es 19 de enero y para el tema del picudo es Año Nuevo. Este es el primer post de este año que acaba de comenzar.

No, no es que tenga novedades que comentar sobre el picudo pero si quiero ‘empujarles’ a que comiencen  los tratamientos de invierno. Ahora los picudos nos dejan en paz, es lo que parece y creemos, porque no los vemos, pero están trabajando a marchas forzadas para conseguir los mejores, y más fuertes, picudos de su comunidad. Dentro de poco, las nuevas generaciones, se harán resistentes y se alimentaran con los insecticidas, o productos, que ahora usamos. Es, por tanto, muy importante que, ahora, en invierno, aquí, en el hemisferio norte, le montemos una gran bronca utilizando inyectables, del producto que mas fe le tengamos, en la parte baja del tronco. Para una mayor eficacia recomiendo poner tres inyectables de 300 cm, equidistantes uno del otro, en la parte baja del tronco, al mismo tiempo.

Para el hemisferio sur, ahora en verano, hay que fumigar e inyectar insecticida en el tronco.

A mis palmeras hace unos días les hice el primer tratamiento de este año a base de inyectables con pimienta de cayena. El tema es simple y mi confianza total. El pasado año traté a mis palmeras con pimienta de cayena, tanto en fumigación como inyectada, y el resultado ha sido éxito total.

A final de febrero, o principio de marzo, volveré a repetir el mismo tratamiento. En mayo volveré a realizar, nuevamente, el mismo tratamiento reforzado por una fumigación.

Y así, con este trajín, hasta otro día.

viernes, 21 de diciembre de 2012

El picudo y la Navidad



Los picudos y la Navidad

Hola, hoy es 20 de diciembre. Esta mañana, cuando me encontraba aun en la cama, con la mente serena y, todavía, exenta de las maldades del día, pensé que si no sería interesante escribir sobre las palmeras, no las mías, secas por el ataque del picudo. Así que convencido de ello he cogido el coche y he dado una vuelta por los alrededores.

He visto varias, unas secas y otras muy secas, con las palmas apuntando al suelo, deplorables. Me resulta un espectáculo triste si tenemos en cuenta que una palmera es una maravilla de crecimiento lento y que, aunque sólo fuera por eso, tendríamos el deber moral de protegerlas.

No entenderé nunca como hay personas que mantienen este espectáculo, francamente desagradable, en la puerta de su casa. Otras se encuentran en zonas de huerta y cuando son altas, de gran porte, vistas en la distancia, también impresionan.

Hace unos días coincidí en la cafetería con una amiga, y conociendo mi interés por las palmeras y que castigo, con mis escritos, a algunas personas, me contó que en su pueblo, no voy a decir su nombre, han fumigado las palmeras y que las palomas, aun pichones, caen al suelo. He tratado, dice, de reanimarlos pero  mueren envenenados. Quedé impactado. La próxima vez que fumiguen voy a ir a ver cómo lo  hacen y con qué insecticida. Otra es que han alertado a los habitantes del pueblo a que no ingieran dátiles de estas palmeras por miedo a que resulten envenenados.

Una  rareza es que se fumiguen con productos altamente contaminantes, venenosos, poniendo en peligro la vida de otros  moradores de las palmeras e incluso de las personas.

Parece un disparate fumigar en este tiempo, con frio, cuando el vuelo de los picudos es escaso o nulo. En este tiempo  se encuentran muy alegres y disfrutando, jugando, cantando villancicos y celebrando la Navidad en el interior del tronco de las palmeras, después de haber superado  un año duro, lleno de peligros.

Y así, con este trajín, hasta otro día.

jueves, 13 de diciembre de 2012

Fin de año y el picudo



Fin de año y el picudo.

Hola, hoy es 13 de diciembre.  Es mi deseo, con este post, dar cuenta de las travesuras del picudo a lo largo de este año, y también, por qué no, la mía como vigilante y moderador de sus arrebatos. El primero de enero se abrirá otro nuevo ejercicio pero este, el de este año, queda  cerrado con éxito.

Como Vds. recordarán a principio de verano, les comentaba, que había encontrado algunos picudos muertos, muy pocos, en la terraza de mi casa y que días después volví a ver alguno más. Desde aquella fecha no he vuelto a ‘tropezar’ con ninguno a pesar de mi revisión diaria.

Mis palmeras fueron protegidas con fumigaciones y inyectables en el tronco, en ambos casos, con pimienta de cayena. Al principio de verano con fumigaciones y en pleno verano con inyectables. Mis palmeras no han sido perseguidas ni atacadas por el picudo. Para mí, ha desaparecido  de mi jardín….por este año.

Qué tendríamos que hacer para plantarle cara al picudo con la vista puesta en el próximo año?

Ahora, en invierno, cuando todos los picudos se encuentran  multiplicándose y ‘jugando a sus cosas’, en el interior del tronco de la palmera es la mejor época, en contra de la opinión de mucha gente, para poder someterlo a un severo castigo.

Les propongo que protejan a sus palmeras con inyectables en  la parte baja el tronco. Pueden utilizar el producto con el que mejor resultados hayan obtenidos en anteriores tratamientos o, como yo, con pimienta de cayena. La pimienta de cayena no falla. Si fumiga con ella picudo que se posa en la palmera es picudo muerto en segundos.  Si Vds. amable lector, fumiga con pimienta de cayena y al día siguiente, no ve picudos muertos en el suelo es que no tiene picudos ‘rondando’  sus palmeras.

Otra propuesta, adquirida por la práctica, es que los tratamientos, cada uno, se realicen con tres inyectables de 250 c/c  equidistantes en el tronco de la palmera para una mejor protección.

Dado que el periodo, o evolución del picudo, en invierno, es más lento, del orden de tres meses, es conveniente repetir el tratamiento a los dos meses del primero.

Si actuamos así, yo lo voy hacer, cuando aparezca el buen tiempo aparecerá sin picudos. Les animo a plantarle cara al picudo cuando es más vulnerable, cuando se encuentra en el interior de las palmeras.

Feliz Navidad!  Feliz año, sin picudos!

Y así, con este trajín, hasta otro día.

martes, 4 de diciembre de 2012

La culpa es del picudo


La culpa es del picudo

Coño, es que desde hace tiempo, al no ver picudos por ningún sitio, no me comunico con nadie. No entiendo como algunos días tengo cosas que contar,  y deseo de hacerlo, y otros, por el contrario,  no tengo, o siento, esta necesidad.

Hoy, a regañadientes, sin gana, voy a contarles que al podar mis palmeras, parecen, y realmente son, más altas de lo que parecía. Donde antes casi no se podía pasar por impedirlo las palmas medio caídas, ahora se ve un espacio despejado.  El césped que había desaparecido por la poca  luz que recibían, al podar las palmeras, que han crecido más de un metro,  han abierto un espacio soleado que con las lluvias de este mes ha originado la aparición del césped perdido, a rodales, durante meses. Tanto  esto es así que tenía previsto  labrar los rodales y re-sembrarlo para conseguir recuperarlo y no lo voy hacer.

Aquí, en Murcia, es un despropósito la siembra de césped.  Todos los tratados de jardinería a los que he accedido recomiendan que aquí, donde el agua es considerada oro líquido, no se siembre césped por la cantidad de agua que  necesita. Recomiendan palmeras, olivos e higueras y eso tengo. Lo único que distorsiona esta lógica es la siembre de césped.

Pero también es verdad que el césped hace que la temperatura de mi casa, en verano, baje 5º con respecto a una vivienda sin césped. Es decir, mi vivienda, rodeada con valla de naranjos y 2000 m2., de césped,  es más confortable que una sin césped. El ahorro estimado por esta particularidad es muy superior al que obtendría,  para el mismo confort, si utilizara el aire acondicionado.
Haciendo un refrito de todo esto  llego a la conclusión de que lo que no va en lágrimas va en suspiros. Y además, en muchos, por no decir todos, los órdenes de las cosas, siempre ocurre lo mismo, lágrimas o suspiros.

Ejemplo, durante la pasada semana no utilicé el coche, no salí de casa para no gastar dinero. En este momento de crisis económica, aunque estoy contento por estar a la moda,  no por eso voy a dejar  de controlar la situación.
Pues bien, a lo que iba. Cuando, después de una semana sin usar el coche, voy a ponerlo en marcha la batería se había ‘embromado’ y el coche no arrancó. Consecuencia, para salir del compromiso que, anteriormente,  había adquirido, de estar a una hora en un lugar, tuve que usar un taxi.  Mas  consecuencias, entre la ida y la vuelta gasté 20 hermosos euros más los 120€ que me costó la batería nueva.

Y así es siempre. Si sales gastas y si no sales gastas. En este momento, el que estoy contando, si no salgo por no gastar, en mi casa gasto mucho más que si salgo. En qué….pues en energía, en agua, en lecturas etc.,. Si salgo, con solo poner los pies en el suelo empiezo  a gastar, en qué……camisa súper limpia, súper planchada, zapatos lustrosos etc. coche, carburante, parking, desayuno, y peor, mucho más peor, si tienes que invitar a alguien, y así una lista interminable.

A veces, o muchas veces, que salgo con la alerta, o alarma, puesta para no gastar, por lo que sea, por compromisos no previstos y cuarenta mil cosas más, gasto lo que no había previsto. Cuando llego a casa, analizo lo acontecido me altero, no dejo de sorprenderme y me digo…no salgo mas.

Y así, con este trajín, hasta otro día.

martes, 30 de octubre de 2012

Los picudos y la radio








El picudo y la radio

Hola, hoy es 30 de octubre. Ayer,  mientras cortaba el césped, al pasar bajo  una palmera, una punta (pincha) de palma me hizo una brecha en la cabeza. También es casualidad que al pasar, en la primera pasada,  desviara la palma para que no me molestara y en la segunda, en dirección contraria, no lo hiciera. No podía detener la hemorragia a pesar del ‘beta dina’.

Hoy, recordando lo de ayer, y con nueve palmeras podadas, como comentaba en mi anterior post, he decidido podar las restantes y terminar con esta  actividad hasta el próximo año.

Dos de las palmeras podadas tenían una buena cosecha de dátiles, los de una, de la poda de hace unos días, los he llevado a una finca de mi propiedad, como comida de pájaros y demás habitantes como zorras, ardillas y otros. La que podé ayer voy a hacer lo mismo.  Quiero, con esta acción, que los huesos de los dátiles se distribuyan, utilizando a sus comensales. Ya he visto excrementos de perro, o zorra,  con veinte huesos de dátiles.

Y saben lo que me ocurre en estos días que no veo, por ninguna parte, picudos ni picudas, que ‘no me encuentro’. Lo que estoy haciendo, conscientemente, es tentar a los picudos, y a su familia, a que vengan a mis palmeras. Cuando me encuentro alguno vivo,  me digo…. afila tus armas, tenemos juego a la vista. Siempre, hasta ahora, he vencido y ahí radica mi confianza y mi gana de jugar.

Y es que, que quieren que les diga, los picudos son, para mí, como un juguete revoltoso que actúa, como todo ser viviente, de acuerdo con su programa vital.

Cuando hace unos días veía un programa, en TV, en el que nos decían que las células cancerosas tenían un sistema de comunicación, entre ellas, mucho más sofisticado que los que utilizamos los humanos, riéndose, a todas luces, de nuestras redes sociales, se me ocurrió meditar sobre si los picudos estarán al loro de lo que nosotros entendemos como   modernidad y utilizaran, también, un sistema sofisticado de comunicación entre ellos. No se entendería, sinó, que este verano no hayan aparecido por mis palmeras por el simple hecho de fumigarlas con cayena. Cómo sabían, en la comunidad picuda, que no tenían que venir por acá? Igual ha ocurrido con moscas, avispas y mosquitos. Dedico mucho tiempo a meditar sobre este tema.

Otro tema el que he dedicado tiempo ha sido….cómo saben los picudos en que palmera ya existe una entrada? Todo el mundo, y yo, pensamos que la entrada se encuentra ‘perfumada’ con un  perfume natural, de manera que el picudo pueda  detectarla. En la actualidad estoy cambiando de opinión, son los picudos, creo, que ya se encuentran dentro de la palmera los que avisan, mediante una señal de ‘radio-faro’, a sus colegas dando las coordenadas de la situación geográfica de la palmera. Uno o varios  individuos de la comunidad tienen esta misión, de ‘radio-farero’  pero es que, además, los otros, al oír la señal, pasan a ‘posición  repetidor’ para que las débiles señales recibidas, se amplifiquen y puedan llegar a todos los picudos, estén donde estén.

A continuación quiero comentar la siguiente experiencia; En el primer post que publiqué referido al picudo, decía, que cuando talé una palmera por encontrarse tan destruida por el picudo que presentaba peligro de derrumbe también traté a las restantes con inyectables recomendados por la persona que aquí, en nuestra Comunidad, se encargaba de hacer el seguimiento del avance del picudo. También, por su indicación, instalamos dos depósitos, con la tapa a nivel del suelo, con feromonas para atraer al picudo antes de alcanzar una palmera.

Uno se instaló a 2 m. de la palmera más cercana y el otro a 20 m. del anterior. En la palmera más cercana a las feromonas, y a pesar de ellas, los picudos consiguieron hacer una entrada. En esta palmera, que fumigaba periódicamente con pimienta de cayena, conseguí recoger del suelo más de 100 picudos muertos mientras que en el depósito de las feromonas apenas entraron  unos pocos.

Durante todo el verano, con fumigaciones periódicas, estuve capturando picudos a pesar que la entrada, por los tratamientos que había recibido, se encontraba seca y a lo único que olía, para mí, era a cayena.

Los picudos estuvieron ignorando a las feromonas y siguieron centrados en la palmera, en ésta, sólo en ésta, las demás no fueron atacadas. A comienzos de aquel verano, con miedo y, todavía, sin experiencia ni conocimientos, no inyecté pimienta de cayena a los troncos. A finales de verano fue cuando decidí inyectar la cayena y los picudos que hubiera en su interior murieron. Los picudos, que durante todo el verano estuvieron asediando a esta palmera dejaron de venir.  Lo achaqué al cambio de temperatura, se había terminado el verano, pero ahora, cuando ya llevo meses sin ver un picudo, creo que los picudos son los que, mediante comunicación, códigos o señales, dirigen el flujo de picudos a una determinada palmera.

Quiero decir, por si alguien se lía, que soy muy observador y que el tema del picudo lo considero muy interesante  por cuanto quieren terminar con nuestras palmeras. Me gusta analizar lo que me dejan, que no es mucho. He estado analizando, en varios individuos, su sistema de transporte y  resistencia, tanto caminando como en vuelo, la forma de morir en contacto con la pimienta de cayena, su resistencia física, especialmente la del pico, la cabeza y todo lo que, como he dicho, me permiten.  Es difícil imaginar la resistencia a la rotura que presenta la conexión de la cabeza con el cuerpo, es tremendo para un bicho aparentemente frágil y también por la forma de su cuerpo que, modificado a extraplano, pueden pasar por  sitios imposibles.

Viene a mi mente, en este momento, la organización de un hormiguero, de  un termitero, de una colmena, etc.  Cómo una diminuta hormiga, cuando encuentra comida y, por su peso, no puede arrastrarla avisa a su comunidad, no  a otra, por muy próxima que se encuentre, pidiendo refuerzos para transportarla hasta el hormiguero.

Es que cada comunidad  emplea frecuencias diferentes para comunicarse? O, por el contrario,           utiliza la misma frecuencia con codificación diferente para cada comunidad como hacemos los humanos en con el funcionamiento de la telefonía móvil? Es que las hormigas, por decir una especie, desarrollaron la facilidad de comunicación secreta, entre comunidades, mucha antes que los humanos?

Porqué los picudos no pueden haber desarrollado su propio  sistema de comunicación, como hicieron las hormigas, por ejemplo?  Y, si así fuera, porque no ‘inventamos’ una radio para desorientarlos y llevarlos al rio?

El mundo de las ondas está compuesto por radiaciones de todo lo que existe en el mundo. Yo radio, tú y tú pareja radiáis, el sol, las estrellas, la tierra, etc., todo radia.

Tengo una teoría en la que  contemplo que el enamoramiento  de un hombre y una mujer se produce, no por la belleza de ellos, siempre la mujer es más bonita, sinó por la calidad de su sintonía, pura y sin armónicos, de sus radiaciones. No se entendería, sinó, que una mujer, u hombre,  especialmente bellos, pudieran enamorarse de otro, especialmente feo. La creencia actual es que los dos, por deformación mental, se ven de una belleza infinita. Este  es un tema muy complejo que dejo aquí.

Y así, con este trajín, hasta otro día.

sábado, 20 de octubre de 2012

Pulso al Picudo


 
Hola, hoy es 20 de octubre y lloviendo. Hoy quería escribir sobre el ‘pulso’ que le voy a echar al picudo.

El día 21 de abril publiqué un post del que copio el siguiente párrafo. ’’En este momento estoy realizando el siguiente experimento. He cortado veinte palmas a una palmera, a pesar de saber que no es el tiempo más apropiado, y la he fumigado con cayena. Quiero comprobar si esta fumigación sirve para que el picudo no las detecte o descubra. Esta es una más de las muchas que he realizado. Es verdad que no me preocupa, especialmente, en este momento, que pudiera entrar alguno en la palmera’’.

El resultado de este experimento es que la palmera no ha sido atacada por picudos y se encuentra sana.

Animado por este resultado podé, días atrás, nueve palmeras, que por miedo al picudo, estaban sin podar durante tres años. A cada una le he cortado, de media, 25 palmas.

En unos días, cuando el tiempo ‘escampe’, deje de llover y el sol se haga nuevamente dueño de la situación voy a fumigar los cortes de las palmas que he podado. Se trata de echarle un nuevo pulso al picudo, pero esta vez, con más posibilidades de que entre en alguna por el mayor numero de cortes existente.

Hasta que los cortes se sequen y endurezcan  tendré que vigilar diariamente para detectar cualquier anormalidad. Tampoco sería un problema si algún picudo ‘se colara’ en alguna palmera si realizo, como voy a realizar, tratamientos periódicos incluido el invierno.

En invierno, en contra de lo que pueda pensar, es la mejor época para ‘cargarnos’ al puñetero picudo, cuando se encuentran todos, en cualquier fase de su desarrollo, dentro de la palmera y además, durante más tiempo. Nosotros también disponemos de más tiempo para ‘macearlo’ más veces.

Con la llegada del buen tiempo se distribuyen de forma paulatina, pero sin cesar, en busca de nuevas palmeras. En esos días, hasta ahora, todo el mundo se dedica a fumigar y desde luego no con muy buen resultado. Los picudos, aunque mueran muchos, siempre nos ganan, hasta ahora.

Por esto les animo a que, durante este invierno, demos la gran batalla al picudo manteniendo permanentemente protegidas, mediante inyectables, a las palmeras.

Terminemos con el picudo. Si queremos, podemos.

Y así, con este trajín, hasta otro día.